Endurance



El Oráculo me hablaba de lo que ocurre cuando una fuerza imparable se encuentra con un obstáculo insuperable.
Creo que cuando eso ocurre el tiempo se detiene, esperando a que las leyes de la fisica cambien, y uno de los dos ceda el paso al otro.

Para mi, el tiempo se detuvo hace mucho, tengo la sensación de estar esperando a que las leyes de la fisica que rigen el universo den una voltereta y me saquen de aqui, porque no sé ceder, no es que no quiera, es que no puedo, no olvido, las emociones regresan tan vivas como cuando las sentí por primera vez, se suman y me impiden olvidar. No olvido que si cedo, lo que soy morirá.

Porque la gente ha olvidado que si cedes, mueres. No importa lo poco que cedas, puede ser que la primera vez ni siquiera le des importancia, es más cómodo, cualquiera puede entender que cedas en tan poca cosa. Y cuando después cedes en algo más importante para tí, el argumento es el mismo, todo el mundo lo hace, y corren a consolarte, para después decirte que cedas hasta donde lo han hecho ellos. Lo haces y pasas incluso a consolar a los que te rodean, diciendo que cedan, que no pasa nada, que es muy cómodo y que todo el mundo lo hace.

Es cierto, todo el mundo lo hace, pero es porque han olvidado que cuando cedes, aunque sea un milímetro, estás muerto. En el Endurance lo tenían muy claro, la naturaleza se lo gritaba a cada minuto que pasaba.

No puedo reprochar a la gente que esté muerta, pero sólo puedo vivir con quien disfruta de la vida, con quien me llena, me hace vibrar, me hace reir, pensar, o incluso llorar.

Creo que después de tanto tiempo juntos, de tantas experiencias, lo que más valoro y amo del Oráculo es que nunca ha cedido en nada, nunca, y si el tiempo debe detenerse por eso, que lo haga, estoy segura de que podré acostumbrarme.

Comentarios

  1. Estaba esperando a que Gaiar dijera que no hay que ceder ni un milímetro en lo fundamental, pero Gaiar se ha callado, a saber que le habrá pasado. Hay que ser fiel a uno mismo, porque si cedes en eso ya no eres tú, o sea has muerto, y Gaiar no viene al entierro. No vale ninguna comodidad, hay que ser inflexibles en aquello que interesa y ceder en lo que puede beneficiar al prójimo.

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  2. Lo que me interesa y lo que soy no coincide en este momento, así que he detenido el tiempo, a ver si me aclaro.

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  3. A Gaiar le habia parado el tiempo.
    Creo que hoy volvera a las andadas, aunque no con el viento a favor.
    Princesa, relee el poema de Benedetti: No te salves.

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  4. Me temo que soy una superviviente, no una luchadora, siempre me salvo.
    Pero también me quedo contigo.

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