La década del buey

Hoy hace diez años que compramos la casa en la que vivimos.
Pusimos muchas ilusiones en juego, nos arriesgamos y ganamos.
Por aquel entonces vivíamos entre Madrid y Martos, un pueblo de Jaén, y veníamos a ver la casa los fines de semana, pensando cómo reformarla, cuanto nos costaría vivir en ella, si conseguiríamos cerrar la operación felizmente, en fin, soñábamos.

En estos diez años han pasado muchas cosas, la casa ya no es la misma, yo tampoco, y sin embargo, recuerdo con nostalgia aquellos días. No me arrepiento de haberme embarcado en aquella aventura, pero no la repetiría, no compensa tirar del carro, el yugo hace mella en el alma, que debe ser siempre libre.

Comentarios

  1. acercadem:
    A veces tus artículos me entristecen, más que nada porque no puedo invitarte a tomar vino y brindar por esa magnífico Oráculo.
    Me gustaría que todo fuera bien.

    ResponderEliminar
  2. EL oráculo sigue siendo el mismo, lo que pasa es que hay cosas que uno se acostumbra a verlas.

    ResponderEliminar
  3. Tienes razón, tal vez sea que ya no soy la misma.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario