Cénit

A veces me leo y alucino.
Supongo que quienes también escriben saben de lo que hablo. 
¿Cómo le explicas a alguien lo que es una oscura, solitaria y fría noche de tormenta, cuando el sol brilla desde el cénit del cielo más nítido y despejado, en la mañana más cálida que nunca ha vivido antes?
Pues eso es exactamente.

Quien escribe se somete al momento en el que vive, no hay alternativa, puedes tener una idea de qué quieres escribir que no va a importar lo más mínimo, cada palabra va a estar influída por quien eres en ese instante.

Y cuando dejas de serlo, aunque te sigas reconociendo y aunque sepas que de algún modo sigues ahí, alucinas. Pero en colores. en todos los del arco iris.

En fin, que todo pasa. Y todo queda.

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