Los Bakugan y la manifestación de la conciencia
Bakugan es el nombre del juego de moda entre los compis de la Reina. Consiste básicamente en unas esferas de plástico que se abren al contacto con las cartas del juego y que después debes cerrar manualmente. Tiene un rollo épico anexo que no me he molestado en aprender, puntos que otorgan poder, varias familias que se distinguen por el color de los bakugan y demás historias que hacen que no sólo sea un juego de esferas que lanzas sobre cartas, por mucho que personalmente me lo siga pareciendo. El caso es que a la Reina le gusta jugar con los Bakugan, y en el recreo se dedican a cambiárselos en función de los que te falten y de la importancia que tengan en el juego, son más apreciados los que tienen más puntos. El otro día para darle una sorpresa, y porque no hace más que sacar sobresalientes, el Oráculo le compró una tanda de seis bakugan, y cuando se los dió resulta que había tres que tenía repetidos. No había problema, porque en cuanto llegara al cole los cambiaría. Volvi...