Llevo una semana de vacaciones y casi ha sido suficiente para desconectar completamente. Estas últimas semanas en el trabajo han sido terribles, la cuesta arriba ha sido brutal, sólo quería acabar de una vez y descansar. Los días se me han hecho largos, larguísimos, agotadores, y sólo pensaba en parar. Y en eso estoy ahora mismo, por fin el tiempo vuelve a discurrir sin alteraciones, los minutos están llenos de paz, el silencio me acompaña, nada me incomoda, todo está lleno de luz y tranquilidad. No tengo planes, seguramente vaya a la playa unos días, pero aún no he decidido cuando, ni donde, no importa, estoy reseteando sin prisas, sin objetivos. Sólo disfruto de este momento, sólo siento la calma, sin expectativas, sin condicionamientos, sólo dejo que todo fluya.