El rebaño
El otro día leí un artículo interesantísimo que me ha ayudado a conocer de donde puede venir mi peculiar forma de relacionarme con el mundo, se titula "El cerebro que nos aborrega" . (Nota de la autora: Ahora deberías leerlo o nada de lo que escribo a continuación tendrá ningún sentido. O si.) No son mis principios, ni la empatía que los empapa, tampoco la hipersensibilidad, ni la capacidad de predecir el futuro, desde luego no es el inconformismo, ni el carácter de mil demonios que me gobierna de vez en cuando, ni siquiera el exceso de inteligencia, o ver la vida como un juego divertido al que hay que encontrarle el truco. Mi peculiar forma de relacionarme con el mundo parece ser que se debe a una carencia física, más concretamente, en mi cerebro. Nunca me he hecho un scanner, ni un TAC, ni falta que me hace ya, porque con la información del artículo ya sé que no me funciona correctamente la región rostral cingular, y carezco completamente de núcleo accumbens. Me r...