Y como cada mañana me retraso. Porque cuando voy a despertarla no sé como estará, y no sé si tendrá humor como para levantarse alegre, o si tendré que ir animándola, contándola que hay que sonreir para que el sol nos salude, que está mejor que ayer, o que la semana pasada, que tal vez hoy irá a mejor... sabe que miento. Y se me clava el odio en el pecho, y me gustaría poder luchar contra lo que fuera, menos contra lo que tengo delante, torturándola, sin medios para saber qué le pasa, sin poder para conseguir que desaparezca. Puedo enfrentarme a lo que sea, pero no a esto. Cada día me reinvento la vida y se la escenifico, todo va a ir bien, tus compañeros dejarán de amargarte la vida cuando se te pase, son sólo niños... y me mira y me dice que no puede más, y la digo que vamos a ser fuertes, que vamos a aprender a superarlo porque eso nos hará mejores, porque ya nos hace mejores, y son palabras vacías, siempre palabras vacías que tratan de llenar momentos de dolor que no deb...