Saber perdonar

- El otro día compró en el Leroy unas "Normas de la Casa" del tipo quererse mucho, reír a carcajadas, abrazarse fuerte, llorar sólo de emoción... así hasta diez tonterías.

- Bueno Elisenda, son obviedades, un poco simples tal vez, pero no están mal. Y el formato es bonito, cada norma está escrita en una tabla de madera, unidas entre sí, creando la impresión de un cuadro.

- Sí y lo colgó en la cocina, o más bien lo pegó con la cinta de doble cara, que es un pedazo de invento para estas cosas.

- Funciona muy bien, pero no sé si te sigo ¿es que este post es sobre bricolaje?

- No Rubén... ¿o sí? Me explico, cuando lo pegó el cuadro estaba bien, pero al día siguiente, en la tabla de la norma "Saber perdonar", apareció una grieta horizontal, pequeñita, que alcanzaba la última letra "r" de "perdonar" justo por el centro, tachándola.

- Ah, vale, ya te sigo.

- Pues sí, ahora la grieta es grande, visible y tacha completamente la palabra "perdonar".

- Pero lleva mucho tiempo así.

- Sí, no ha avanzado más, ahora se lee "Saber perdonar", tal cual.

- Como norma es muy descriptiva.

- Y tremendamente útil.
 

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