Oscar
Amanda es la encargada de la limpieza del asilo del Ayuntamiento y la que cuida de Oscar, un gato apacible y tranquilo al que encontraron maullando en la puerta de la entrada.
Durante el día, mientras está más ocupada, lo deja pasear libremente para que haga compañía a los ancianos, que lo acarician con mimo y de vez en cuando le echan miguitas de su comida.
Por la noche, cuando ya sólo le queda limpiar el sótano, coge a su gatito para que la acompañe.
Antes de que llegara Oscar, bajaba al sótano sola y no le importaba, salvo que ese día hubiera muerto alguien, porque entonces tenía que limpiar hasta el último rincón con el cadáver amortajado sobre una camilla, en el centro de la habitación.
Hasta el día siguiente la funeraria no llegaba para llevárselo, y por mucho que se había quejado, desde la administración del asilo le habían asegurado que no había otro sitio donde dejarlo.
Una noche, mientras estaba limpiando el sótano, con el cadáver detrás de ella, escuchó un ronroneo. Se dió la vuelta y vió a Oscar subir de un salto sobre la camilla, dándole un susto de muerte.
Mientras acababa de reirse para aliviar la tensión, vió que el gato buscaba bajo la sábana. Le llamó para que saliese, porque ella no pensaba acercarse y al cabo de un rato, el gato saltó fuera con algo en la boca.
Horrorizada por lo que había ocurrido y pensando que la harían responsable, limpió cualquier rastro, hizo una nueva mortaja y esperó que nadie se diera cuenta.
Al día siguiente vió como la funeraria cargaba el cadáver en el ataúd y lo cerraba.
El asilo es el último refugio para los ancianos sin familia, así que nunca nadie reclamó por nada.
Desde entonces Amanda no puede evitarlo, cuando Oscar le mira con sus grandes ojos color miel y maúlla hambriento, le deja comer todo lo que quiera.
Durante el día, mientras está más ocupada, lo deja pasear libremente para que haga compañía a los ancianos, que lo acarician con mimo y de vez en cuando le echan miguitas de su comida.
Por la noche, cuando ya sólo le queda limpiar el sótano, coge a su gatito para que la acompañe.
Antes de que llegara Oscar, bajaba al sótano sola y no le importaba, salvo que ese día hubiera muerto alguien, porque entonces tenía que limpiar hasta el último rincón con el cadáver amortajado sobre una camilla, en el centro de la habitación.
Hasta el día siguiente la funeraria no llegaba para llevárselo, y por mucho que se había quejado, desde la administración del asilo le habían asegurado que no había otro sitio donde dejarlo.
Una noche, mientras estaba limpiando el sótano, con el cadáver detrás de ella, escuchó un ronroneo. Se dió la vuelta y vió a Oscar subir de un salto sobre la camilla, dándole un susto de muerte.
Mientras acababa de reirse para aliviar la tensión, vió que el gato buscaba bajo la sábana. Le llamó para que saliese, porque ella no pensaba acercarse y al cabo de un rato, el gato saltó fuera con algo en la boca.
Horrorizada por lo que había ocurrido y pensando que la harían responsable, limpió cualquier rastro, hizo una nueva mortaja y esperó que nadie se diera cuenta.
Al día siguiente vió como la funeraria cargaba el cadáver en el ataúd y lo cerraba.
El asilo es el último refugio para los ancianos sin familia, así que nunca nadie reclamó por nada.
Desde entonces Amanda no puede evitarlo, cuando Oscar le mira con sus grandes ojos color miel y maúlla hambriento, le deja comer todo lo que quiera.
Esta historia está inspirada en la noticia acerca del gato Oscar:
ResponderEliminarhttp://www.elmundo.es/elmundosalud/2007/07/25/medicina/1185378818.html
van tres....me voy a tener que inventar una!
ResponderEliminarHistoria necrofila donde las haya color,, al final Oscar esta dando mucho juego, curiosa e inquietante historia que el mismisimo Poe hubiera convertido en clasico
ResponderEliminarpelao, tiemblo de pensar qué se te puede ocurrir! :D
ResponderEliminarPitxi, la otra noche pusieron "Nightwatch", que va sobre un vigilante nocturno de un depósito de cadáveres... y claro, la combinación con la historia de Oscar era inevitable.
ResponderEliminarYa me contaras de Oscar, pues no tengo ni idea...
ResponderEliminarGaiar, en el primer comentario puse el link de la noticia.
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