Sugar sugar

Juraría que ya había escrito una entrada sobre los juegos del tipo falling sand, pero no, no la encuentro, así que debe ser que finalmente no la escribí, aunque creo que conservo por ahí algún pantallazo, pero tampoco lo tengo en este ordenador, sino en el otro, así que un día que tenga más tiempo lo pondré, a modo de pieza de museo.

Los juegos del tipo de arena que va cayendo y puedes ir dibujando y creando varias formas, que yo recuerde comenzaron con el Falling Sand Game, hace un puñado de años, más o menos por el 2006.
Después ha habido otros, que eran básicamente ampliaciones del original, y finalmente cuando parecía que eso era todo lo que iba a dar de sí este juego, apareció Sugar sugar.

Confieso que el Falling sand es muy entretenido pero al cabo de un rato de dibujar, crear plantitas, prenderlas fuego y demás variantes, se echa en falta algo más, una forma en que el juego sea competitivo, y es ahí donde Sugar sugar es perfecto.

Si no has jugado antes a dejar caer la arena sin objetivo alguno, igual no te impresiona mucho que ahora tengas un objetivo cuantificable y una arena limitada (o en este caso azúcar), pero cuando es justo lo que estabas deseando y comienzas a jugar, es una sensación dificil de olvidar, es como cuando un deseo se hace realidad, que, para qué nos vamos a engañar, ocurre pocas veces.

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