El virus de la lucidez

 

Llevaba días tratando de escribir acerca de un sueño de lo más inquietante que tuve el otro día y después de mucho esperar, al final, encontré esta imagen.

Para cuando la encontré, ya no tenía tiempo de escribir, así que lo hago ahora, casi un mes después.

El caso es que soñé que tras el mejunge, o novacuna, contra el covid que nos obligaron a inyectarnos, el cerebro adquirió la capacidad de ver la realidad, tal cual.

Algunos somos el chaval tristón y otros son la escolopendra encantada de sí misma.

Ni qué decir tiene que al bicho, ni acercarse.

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