Si hablara, sería un chillón


De vez en cuando cometemos locuras y eso nos hace sentirnos libres.
No hay nada más maravilloso que romper una regla que sigues a diario, al pie de la letra, que cumples como si en ello te fuera la vida, para ver que después de romperla no pasa absolutamente nada, o lo que pasa lo puedes asumir con total tranquilidad. No importa que la regla sea fundamental en tu vida, pero si lo es, mayor es el sensación de libertad.

Es como salirte del camino que te lleva a casa, perderte durante un rato a ver qué hay por ahi, y descubrir un paisaje fantástico.
Cuando al dia siguiente vuelves por el camino de siempre, y llegas al punto donde decidiste cambiar de ruta, sabes que puedes decidir seguir adelante o volver a perderte, la decisión es sólo tuya, y si sigues adelante ya no lo haces por costumbre, sino porque quieres.

La libertad nos hace amar la vida, porque nos deja elegir amarla, pero se paga, y suele salir muy cara, aunque en este caso no lo fue mucho, estaba de rebajas. Ahora sólo queda asumir que la decoración del salón nunca podrá volver a ser la misma.

Comentarios

  1. Hay barreras que cuando se pasa no se sabe si es posible volver a desandar el camino.
    Pero es verdad que los riesgos a veces tienen su recompensa. Te lo dice un arriesgado que no deberia tener motivos para quejarse.

    ResponderEliminar
  2. Siempre es posible desandar el camino, pero no es posible ser la misma persona que pasó por él.

    "¿Cómo se retoma el hilo de toda una vida?.
    ¿Cómo seguir adelante, cuando en tu corazón empiezas a entender que no hay regreso posible, que hay cosas que el tiempo no puede enmendar?.
    Aquellas que hieren muy dentro, que dejan cicatriz."
    del Retorno del Rey

    ResponderEliminar
  3. Creo que hay que andar siempre procurando ser fiel a uno mismo, y arriesgar siempre que convenga.

    ResponderEliminar
  4. Pues si, pero ¿como sabes cuando conviene?, supongo que ese es el verdadero riesgo.

    ResponderEliminar
  5. AcercadeM:
    Yo nunca me pondría delante de un toro en San Fermín. Eso es un riesgo tonto. Por salvarte la vida a ti, o a Gaiar, por ejemplo, sí que lo haría.
    Cuando hay algo importante en juego, hay que arriesgar.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario