Sorpréndeme!

No me lo puedo creer.
Me acabo de dar cuenta que para dar de comer a m, mi tigrecito, sólo hay que coger el filete y hacer click cerca de la cara. Se lo come todo, y después le puedes dar más y más...
La de tiempo que lo he tenido ahí sin saber para qué demonios era el filete.
Debería sacar alguna reflexión existencial de esto.

Pero hoy no, estoy demasiado cansada, y en definitiva, la reflexión última de la vida, la verdad absoluta, el yin y el yan, es el pensamiento que emerge justo después de echar un polvo de órdago, así que en realidad cualquiera puede conocerlo, ¿ o no?.

Comentarios

  1. Yo te puedo contar de uno que sí que se enteró y le pone el filetito bien alto, para que m no llegue.

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  2. Polvo de órdago... pronto, pronto.

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  3. Vicente:
    jo, con lo bonito que es mi tigrecito! :D

    Gaiar:
    XDDDDDD te adoro :****

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