El océano en una esfera

La vida es un rio y me encuentro sentada justo encima de su superficie, sin tocar el agua.
Siento su frescor, su fuerza, su agitación, y veo mi reflejo brillar, aunque no consigo distinguir los contornos de mi imagen.
Encima de mi está la eternidad, apacible, acogedora, me acaricia su brisa, alzo los brazos por encima de mi cabeza y mis manos sienten su cálida humedad, está tan cerca que puedo tocarla, si consiguiera levantarme sobre el rio podría mirar y ver qué hay detrás de las nubes, pero si lo hago tal vez no querría volver.

Cuando te miro a los ojos estoy viendo el rio de la vida, el cielo de la eternidad, veo mi reflejo y en el mismo instante, me doy cuenta de que también me estás mirando.

Comentarios

Publicar un comentario