Baby Party

Se puede ser más amoroso, pero es dificil.
Llevan casados unos ocho años y en todo ese tiempo habían intentado tener babys de todas las formas posibles y no me refiero al kamasutra.
El caso es que ya casi habían tirado la toalla cuando llegó Iván, un bebecito precioso que ya tiene tres meses y que el día de la fiesta fue el centro de atención de todos. La alegría que trae un bebé es muy dificil de explicar, no es sólo amor y esperanza, es la forma en que te une a la gente que más quieres, es uno más que llega a la "tribu", recuerdas los días de infancia y te ves mirando a la nueva generación, además en este caso tan esperada.
En fin, parecía que celebrábamos de nuevo los veinte y no los cuarenta.
A veces la felicidad que más te llena no tiene que ver contigo mismo, sino con los demás y me siento realmente feliz por ella, es una bendición verla sonreir después de tanto tiempo.
No me puedo imaginar lo terrible que tiene que ser una situación como la de buscar niños y no poder tenerlos, me alegro por tu amiga y por la fiesta, el dia que Fernifunk salga de la cueva y nos volvamos a reunir, seguro que tendremos una sensación parecida.
ResponderEliminarFelicidades por tener buenos amigos, lo digo por ambas;)
Es estupendo, como profe, ver la alegría con la que son recibidos algunos niños. Son la sal de la tierra!
ResponderEliminarRecuerdo la alegría que tuve cuando tuve a cada una de mis hijas y puedo comprender la de tu amiga, y la tuya por compartirla. Creo que es uno de esos momentos cumbre de la vida, y los primeros meses es como si estuvieras en una nube. Sin duda, es una bendición (que pasa tan rápida...por eso hay que aprovecharla).
ResponderEliminarUn maravilloso modo de disfrutar consiste en alegrarse de las cosas buenas que les ocurren a los demás. Un bebé es algo maravilloso. Aprovecho para recomendar el libro Bésame mucho, de Carlos González, apto tanto para los que tienen niños como para aquellos que ya hace mucho que dejaron de serlo. Para conocernos a nosotros mismos nada mejor que comenzar por la niñez.
ResponderEliminarEn el caso que no vengan los niños, siempre se puede ir a buscar uno a la India...
ResponderEliminarincreible el poder de la empatia...no forzada! este post esta lleno de energia regeneradora, de esperanza vital y luz solar plena...fantastico!...con respecto a lo de tener niños o no...siempre es poco aconsejable desear desear desear, el camino mas rapido hacia la frustacion...pero importantisimo luchar luchar luchar, hasta que el mundo se dobla ante la presion, y el fruto se convierte en raiz.....
ResponderEliminarYa me lo diras pelao, cuando llegue un pelaito/a, te veré luchando, deseando y peleando a la vez
ResponderEliminarno se si con "pelaito" te refieres al desaparecido....fiesta mañana! por cierto, cristal, estas invitada, si te pilla por los mandriles...
ResponderEliminarEso dice mucho de ti, la felicidad que mas te llena no tiene que ver contigo mismo, sino con los demás. Es una felicidad libre de egoismo.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Pitxi, realmente es muy buena amiga y lo pasó bastante mal, pero bueno, todo pasa :)
ResponderEliminarPues si Veva, me hizo valorar más, si cabe, a mi Reina.
ResponderEliminarJonás, para colmo Iván es un bebé precioso y buenísimo, de esos que no dan ningún trabajo... claro que mi amiga dice que ya lo dió todo de golpe antes de nacer :D
ResponderEliminarVicente, creo que nunca hay que dejar de ser niños, conectamos cuando hablamos con los niños que viven dentro de los demás.
ResponderEliminarLo demás es sólo una construcción prescindible.
Chuso, pues precisamente están esperando a su hijita china que llegará para el año que viene :)
ResponderEliminarPeloa, es cierto, el mundo se dobla ante la presión y en casos como este resulta aún más evidente.
ResponderEliminarCapitán, creo que la amistad es una fuente inagotable de felicidad.
ResponderEliminarHubiera jurado que puse un comentario aqui, pero ya se sabe que a veces tengo problemas de mente.
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